Conversamos con Nora Hilb, una de las figuras más conocidas y de más larga trayectoria dentro de la ilustración de libros para niños en Argentina. Nacida en Buenos Aires, en 1953, ha publicado con editoriales de Estados Unidos, Canadá, Alemania, España, Italia, Grecia, China y otros países.
Junto a la escritora Gabriela Keselman, Nora creó Cu Canguro, uno de los libros ganadores del Premio Fundación Cuatrogatos 2015, publicado en Buenos Aires por la editorial Norma como parte de su colección para la primera infancia Buenas Noches.
¿Cuándo comenzaste a ilustrar?
De muy niña llenaba los blocks de anotaciones de mi mamá con dibujos. Hojas y hojas guardadas luego en cajas… Siempre fui “la que dibujaba” en la escuela; creo que el amor por el dibujo nació conmigo.
Tuve muy poca formación académica en cuanto a pintura y dibujo, y eso lo noté en el camino que emprendí siguiendo esta pasión. Lo subsané con la ayuda de colegas y amigos. Claudia Legnazzi me enseñó, por ejemplo, que existían tintas al agua para pintar y hasta el día de hoy las sigo usando. También conocí los diferentes soportes, los diferentes papeles que hay dependiendo de la técnica que se utilice. Todavía me río al recordar un dibujo que se me hacía imposible terminar, ¡lápices sobre papel satinado!, y yo sin entender por qué el lápiz no se fijaba en el papel. Finalmente lo logré, pero con muchísima dificultad. Me refiero a la tapa de uno de mis primeros libros en Argentina: Cosquillas en el ombligo, de Graciela Cabal.
Estudié para recibirme de maestra jardinera, pero a los cinco días de ejercer supe que aquel no era mi camino y renuncié para integrarme a un grupo independiente de cine para niños, Grupo Cine, en la parte de dibujo animado. Con varios integrantes del grupo partimos a México, una vez instalado el golpe militar en Argentina. No sabía aún que la ilustración de libros podía ser una profesión…
¿Recuerdas qué fue lo primero que ilustraste?
En México, donde viví tres años, y donde nació mi hija Marcela, conocí a un arquitecto que comenzaba su pequeña editorial: Editorial Concepto. Tuve la oportunidad de ilustrar en blanco y negro mi primer libro: Cuentos de Andersen, al que le siguieron algunos poquitos más.
De vuelta en Argentina, después de casi cuatro años de cárcel por motivos políticos, integré un estudio de diseño gráfico y aprendí diagramación, tipografía y armado de originales. Nació Leandro, mi otro hijo, y al poco tiempo armé una carpeta de ilustraciones, me despedí del diseño gráfico e inicié la recorrida por editoriales argentinas. 1988/1989.
Nunca olvidaré a Marta Giménez Pastor, quien me encargó mi primer libro después de varias entrevistas fracasadas. No tenía mucho que mostrar… No la olvidaré porque era tan poco lo que se pagaba al ilustrador, que me dio dinero de su bolsillo para que mi paga fuera un tanto más digna.
Mi recuerdo a ella; a Kitty Loréfice, quien también apostó a una novel ilustradora como yo, y a Libros del Quirquincho, donde “nacimos” varios a la profesión. Y a muchos más…
Muchos de tus libros están destinados a los lectores más pequeños, ¿cuál es tu “secreto” para establecer comunicación con ese público?
No tengo secreto, simplemente dibujo lo que quiero, como quiero, como lo siento… A veces estoy largo rato para lograr un mínimo gesto. Me importa muchísimo que lo que dibuje transmita emoción. Y sobre todo, para lograrlo, necesito enamorarme del texto. Es que pienso:”Si me gusta a mí, TIENE que gustarle a otro”… Por eso, prefiero no ilustrar un texto que no me emociona. Es algo muy subjetivo, porque ese mismo texto puede gustarle mucho a otra persona. Y lo celebro, de ahí la diversidad tan rica de escritores e ilustradores en Latinoamérica. ¡Hay para todos los gustos!
Una de tus publicaciones más recientes, Cu Canguro, fue uno de los libros ganadores del Premio Fundación Cuatrogatos 2015. ¿Cómo fue el proceso de creación de esa obra? ¿Qué te atrajo del texto de Gabriela Keselman?
Con Gabriela Keselman somos amigas desde hace años. Y me encanta como escribe, amo sus libros, su humor, su comunicación con la niñez. Es una de mis escritoras preferidas.
Cu Canguro fue el primer libro que hicimos juntas. Ya conocía el texto y me había enamorado de las desventuras de Cu hace tiempo. Gabriela sabe que lo que más alegría me da en esta profesión es ilustrar libros donde los animales son protagonistas. Así pues, decidimos ofrecérselo a Laura Leibiker, quien confió en el cangurito para arrancar con la serie Buenas Noches, de la editorial Norma, en Argentina.
A medida que iba haciendo los dibujos, se los iba mostrando por internet a Gabriela. No es necesario, para mí, como ilustradora, tener contacto con el escritor. Pero en este caso compartimos el paso a paso del armado hasta que el libro llegó a su destino. A las manos de los chicos. Volvimos a encontrarnos luego en otro libro, esta vez en ¡Te lo regalo! (It´s a gift!), de Cuento de Luz, en España.
¿Por qué tu gusto por los lápices de colores? ¿Qué te aporta esa técnica?
Los lápices de colores… Creo que lo que más me gusta es el proceso de pintar con ellos. Hay varios libros llenos de rayitas de colores que he ilustrado: La serie del Lobo Rodolfo (tres libros escritos junto con mis hermanas Claudia y Vera, publicados por Alfaguara), Bicho Patudo (con Norberto Rey, en La Brujita de Papel), Hijito Pollito (con Marta Zafrilla, en Cuento de Luz), ¿De qué tienes miedo, Ratoncito? (con Susanna Isern, en Cuento de Luz) y Encerrados (Uranito). Y próximamente la colección de Lucía y Nicolás (con Margarita Mainé, en Norma). Con los lápices de colores logro una calidez, una cercanía en los detalles que no logro con las tintas. De todos modos, voy y vengo, de los lápices a las tintas y de vuelta.
En el panorama de la ilustración argentina de libros para niños eres una de las figuras de más larga y sólida trayectoria, ¿qué ha cambiado y que se ha mantenido intacto en tu estilo a lo largo de los años?
He aprendido mucho haciendo, y busco perfeccionarme en el estilo que me da alegría desarrollar. No tiene nombre, es este, el que se ve en los libros… Ya sea digital, con tintas, con lápices. Pero siempre, siempre, intentando lograr la mezcla de humor y ternura que me haga sonreír. Si yo me sonrío, espero que los niños también… Si yo me emociono, espero que ellos también…
Consulta el folleto digital con los Premios Cuatrogatos 2015 aquí.
¡Qué placer leer esta nota! Como especialista en Literatura Infantil creo que Nora Hilb es una de las mejores ilustradoras de la Argentina pero con proyección internacional. Lo que siempre destaco de ella es que en cada creación suya se observa el conocimiento que posee del mundo de los niños.
me encantanMsus ilustraciones,suaves y que realmente trasmiten emocion.
Celebro la sencillez con la hablo de sus comienzos,y su esforzada tarea por aprender sin haber cursado Escuelas de Bellas Artes.La sinceridad de la entrevista se trasmite en la ternura de sus dibujos
Gracias a Cuatro Gatos por esta etrevista
Esa misma ternura de su mirada y su sonrisa es la que tiene sus personajes…mi gran ilusión es que alguna vez ilustre algunos poemas míos, ella lo sabe. Gracias por esta entrevista tn sencilla y verdadera.