Las lavanderas locas

Las lavanderas locas. John Yeoman y Quentin Blake

¿Cuanto tiempo necesita un libro infantil para convertirse en un clásico? Una pregunta complicada, para la que pueden existir múltiples respuestas y escaso consenso. En cualquier caso, en lo que quizás muchos coincidan es en que Las lavanderas locas, de los británicos John Yeoman y Quentin Blake, publicada por primera vez en 1979, se ha ganado con creces el derecho a ostentar esa condición.

Esta obra fue publicada por primera vez en español por la colección Altea Benjamin en los inicios de la década de 1980. Todaví­a en muchas bibliotecas pueden encontrarse ejemplares de esa edición, que tení­a un pequeño formato de bolsillo, diseñado en forma vertical (y no horizontal, como fue concebido originalmente el libro). Esta reedición de Océano Travesí­a impacta, de entrada, por su gran formato, en el que las ilustraciones de Quentin Blake gozan de una vistosidad y un protagonismo sorprendentes.

Con el tono de un divertido cuento popular ambientado en la Inglaterra del siglo XIX (de hecho, la edición original tiene como subtí­tulo "A New Folk Tale"), las protagonistas son siete lavanderas que parecieran condenadas a lavar y planchar, dí­a tras dí­a, a cambio de un salario que uno adivina miserable, los enormes bultos de ropa sucia que les enví­a el Sr. Aldo Avaro, su empleador. Hasta que una mañana cualquiera, Ana, Susana, Pili, Mili, Dora, Lora y Ernestina se hartan de restregar sábanas sucias, pañuelos mugrientos y calcetines apestosos y deciden rebelarse. La suya es una alocada y festiva revuelta, que pone a los pueblos vecinos de cabeza y que alerta, como una parábola divertida, de lo que puede ocurrir cuando los sectores más explotados de la sociedad son empujados a condiciones lí­mite. Las lavanderas locas concluye, muy al estilo de los cuentos de hadas, con un romántico final en que cada chica encuentra a su media naranja en un grupo de leñadores (como en Seven Brides for Seven Brothers, el musical del Hollywood de los años 1950).

El primer libro que ilustró Quentin Blake, A Drink of Water, publicado en 1960, fue escrito por John Yeonan. Ese fue el punto de partida de una fructí­fera colaboración materializada en tí­tulos como The Boy Who Sprouted Antlers, Up with Birds!, Old Mother Hubbard's Dog Needs a Doctor, Our Village y The Bear's Winter House, entre otros. Las lavanderas locas fue finalista de la medalla Kate Greenaway en 1979.

Javier Gómez