Anhelo de alas rojas

Anhelo de alas rojas. Sandra De la Torre Guarderas

Atrás queda la guerra, con sus destellos en el cielo y sus casas en ruinas. Un camino largo lleva a muchas familias en el mundo a transitar lugares de paso donde pueden descansar por un momento y aliviar el dolor. Su destino aún es incierto hasta que llegan a un país de acogida. ¿Por cuánto tiempo?

En Anhelo de alas rojas se reúne un conjunto de poemas que recogen la voz de Natalija, una niña que ha huido de un país en conflicto y espera respuesta por su solicitud de asilo como refugiada. Las imágenes de un escenario derruido, las pocas pertenencias que la acompañan y sus emociones se van filtrando en cada poema, que desde su mirada rememora el pasado y se sumerge en un tiempo de espera que parece interminable. ¿Podrán quedarse en ese nuevo país hermoso, como de cuentos de hadas?

Muchos niños y niñas en condición de refugiados viven la angustia de saber si podrán ser aceptados para empezar a echar raíces en un país distinto y lejano. ¿Qué sucede cuando llega a una carta que les niega el asilo? Su efecto es tan devastador como una bomba, los paraliza, se detiene su vida porque no hay esperanzas de un futuro.

Los efectos psicológicos y emocionales que causa en los niños refugiados la negación del asilo se erigen como el tema central de este poemario, rico en formas y recursos literarios. Las alas rojas se convierten en una metáfora del vuelo, pero también de ese profundo deseo que se lleva a cuestas durante el proceso de desarraigo. Decenas, cientos de niños caen bajo el efecto adormecedor y frustrante de saber que tienen que abandonar el sitio donde han podido anidar por un tiempo, fenómeno que se repite con frecuencia en el contexto actual, cruzado por un flujo de migrantes que han sido expulsados de sus lugares de origen por la violencia.

El hablante lírico, Natalija, nos acompaña con su oso de peluche Pétar IV, que tampoco ha escapado de los estragos de la guerra, lleva en su cuerpo las heridas del combate y la peregrinación. El mundo del juego se instala en las experiencias de la protagonista porque aún su infancia está viva, porque como muchos otros niños y niñas se adaptan a condiciones extremas y mantienen una mirada llena de asombro. Cuando las cartas llegan, explotan como bombas: “ya no te puedes quedar en este país”.  Yurik, Maxim, Dijana, Biljana… sienten que el mundo se desmorona, que caen en un pozo sin fondo.

El anhelo más ferviente, que tiene alas rojas, frustra su vuelo, se acurruca porque no sabe qué otro destino le espera. Las imágenes de este libro crean un entorno emocional, lleno de colores simbólicos y pequeñas metáforas de puertas, árboles, sillas, casas, charcos, juegos… que alimentan el universo de Natalija en esta larga espera, que exponen sus emociones más íntimas, la angustia de no saber, la alegría momentánea, el deseo de volar, los recuerdos de un pasado turbulento, la belleza de una ciudad que podría ser un nuevo hogar.
 
Anhelo de alas rojas aborda con delicadeza un tema inusual en la encrucijada del desarraigo, la violencia y la migración. Los niños, muchas veces actores invisibles en estos grandes dramas contemporáneos, también sienten hondo los efectos de esta devastación, sufren las penurias del camino y se deprimen cuando pierden la esperanza de vivir en un lugar mejor. Libro esencial para entender la perspectiva de estos actores y nutrir sensibilidades acerca de cómo algunas experiencias sobrepasan la comprensión y el manejo de las emociones. Todavía, sin embargo, esa ave que anida en lo más profundo puede encontrar la forma de emprender el vuelo.

Obra ganadora del Premio Fundación Cuatrogatos 2024.
Fanuel Hanán Dí­az