Ojo avizor

Hay cosas que nadie te explica. Pero es verdad que hay cosas que son difíciles de explicar. Quizás hay cosas que tienen muchas explicaciones. O no tienen explicación alguna. Pero hay algo humano que nos moviliza siempre a buscar respuestas. 

En esa búsqueda constante encontramos distintos escenarios. Hay respuestas que llegan solas. Hay amigos que te susurran alguna. Ese amigo puede ser un río o una golondrina. Una hormiga o una serpiente. Hay respuestas que llegan en el silencio de un recorrido pausado y otras que llegan justo cuando te falta la respiración y, ya sin aire, te das cuenta de que el autobús ya partió.

Hay libros que son preguntas. La belleza del final, publicado por A buen paso, escrito por Alfredo Colella e ilustrado por Jorge González, nos regala amablemente un paseo lento sobre el lomo de Nina, una tortuga centenaria en busca de respuestas. 

Durante el trayecto, nos sumergimos en un universo de tintas y acuarelas que por momentos nos llenan de luz y por momentos nos esconden hasta la sombra. Como la vida misma. Cada página es un cuadro en el que uno puede perderse horas tratando de hallar alguna pista entre tanta incertidumbre.

Ya deseaba Kavafis que el camino fuera largo, como el de nuestra tortuga, lleno de aventuras y experiencias. Todos somos un poco Nina. Todos hemos querido saber qué se esconde detrás de esa puerta que es el final. 

Lo bonito es que este libro no toca esa puerta una sino varias veces. Porque cada quien experimenta distintos y muy variados finales durante su recorrido. Cada vez que abrimos una de esas puertas entramos a un pasillo completamente nuevo. Quizás no haya respuestas exactas, pero tenemos la certeza de que ese nuevo pasillo se alumbrará con la belleza de lo aprendido en nuestro final anterior.