¿Por qué?

¿Por qué? Nikolai Popov

Hay quienes olvidan el adagio que dice: "Una imagen habla más que mil palabras". Y si quien lo olvida es un editor de libros para niños, grave es la situación dada la importancia que tiene el lenguaje icónico en ese tipo de publicaciones. 

La primera vez que vi ¿Por qué?, del ruso Nikolai Popov, fue en la edición de El Arca, de Grijalbo-Mondadori. Y si bien el libro llamó de inmediato mi atención, pensé que los textos que acompañaban las ilustraciones sobraban, puesto que estas hablaban por sí­ solas: eran capaces de transmitir, de manera muy clara, el mensaje del creador.

Injustamente, atribuí­ tal redundancia al artista. Sin embargo, hace poco descubrí­ ese mismo tí­tulo publicado por Ediciones Norte-Sur, de Nueva York, y cuál no serí­a mi sorpresa al descubrir que el libro original no lleva textos, que se trata en realidad de un álbum de imágenes en el sentido estricto del término, es decir, un libro que narra a través de su gráfica. (¿De quién serí­a la "brillante" idea de endosar los textos espurios a la edición española?)

Volví­ a "leer" los dibujos y otra vez quedé atrapado por su calidad, por su poder comunicativo y su capacidad de inquietar. Basado en las experiencias que vivió Popov durante su infancia, cuando fue testigo y ví­ctima de las penurias de la Segunda Guerra Mundial, ¿Por qué? es un alegato contra la guerra, un llamado a la tolerancia, a que respetemos a los otros y al entorno donde vivimos. Popov explica en la nota que sirve de epí­logo a la obra, que decidió crearla "porque pienso que si los niños ven la insensatez de la guerra, si ellos logran percibir con qué facilidad es posible verse envueltos en un ciclo de violencia, entonces podrán transformarse en una fuerza que elija la paz en el futuro". Un excelente libro para mirar y debatir.

Sergio Andricaí­n