Canción sobre un niño perdido en la nieve

Canción sobre un niño perdido en la nieve. Toño Malpica

Esta novela del escritor mexicano Toño Malpica es una suerte de secuela del clásico inglés Canción de Navidad, de Charles Dickens, y toma como punto de partida a Billy, uno de los niños de la familia Cratchit.

Ahora el pequeño Billy ya es todo un hombre, pero ha dejado de ser el chico alegre de la historia original y se ha transformado en un ser amargado, a punto de cometer el peor de los crímenes. El fantasma de otro personaje dickensiano aparece para mostrarle la vida desde otra perspectiva, en una suerte de realidad alternativa que le dará una visión diferente sobre su destino. 

El autor consigue recrear el tono de la prosa dickensiana a la perfección, si bien eludiendo las densas descripciones decimonónicas, y consigue dibujar un ambiente que nos permite adentramos en ese universo donde los fantasmas se mezclan con los mortales para servirles de guía. 

El juego intertextual de Canción sobre un niño perdido en la nieve es delicioso. Las constantes alusiones y ramificaciones de la obra original se enriquecen con el uso que su autor hace de los detalles dejados a medias por Dickens. Esta es una excelente bifurcación novelada que agradará por igual a jóvenes y a adultos. 

Sería bueno aclarar que no es importante conocer la novela de Dickens para disfrutar de esta. La habilidad de Toño Malpica para hacernos “recordar” lo que ocurrió en aquella, sin detener la acción de esta, forma parte de juego narrativo a tono con la prosa del maestro inglés.

Las ilustraciones de la artista colombiana Sara Quijano son realmente fabulosas, con un estilo que recrea la cualidad fantasmagórica del argumento. Y si el autor usa el elemento casi cuántico de una realidad alternativa como base para estructurar el texto, las ilustraciones reproducen también la posibilidad de las múltiples posibilidades de un mismo instante o elemento que podría ser capaz de estar o alcanzar diversas formas o estados a la misma vez. 

La novela enfatiza la importancia de las decisiones personales por encima de las oportunidades del destino. Su tesis, alejada del fatalismo, deja claro que no son las oportunidades o las casualidades o la bondad ajena lo que conforma nuestro destino, sino nuestras propias decisiones y acciones. No esperar por el destino, sino tomarlo en nuestras manos, podría ser el mensaje final. Canción sobre un niño perdido en la nieve rechaza el victimismo —tan de moda en ciertos sectores— y destaca la importancia de actuar, decidir y perseguir nuestras propias metas. Muy recomendable para adolescentes y jóvenes. 
Daí­na Chaviano