Elio. Una historia animatográfica

Elio. Una historia animatográfica. Diego Arboleda y Raúl Sagospe

Necesito contar un secreto. Dicen que la auténtica magia ha desaparecido, pero yo ¦ yo no estoy de acuerdo.  

Elio ve el mundo en blanco y negro, pero tampoco se pierde tanto. Desde que sus padres murieron en un incendio vive en el infame orfanato Triplántido de los Frailes de la Orden Romana de la íšltima Protección, dirigido por el no menos infame padre Priorini. Este explotador de identidad desconocida trata a los niños con rudeza y su único objetivo es evitar a toda costa que los adopten, porque entonces se acabarí­a la mano de obra gratis para su granja.

Un panorama desolador si no fuera porque nos encontramos en el Madrid de finales del siglo XIX, caracterizado por un sinfí­n de intrigas, sociedades secretas y deseos de revolucionar el mundo hasta las últimas consecuencias. En este escenario es cuando el cine da sus primeros pasos de la mano de los hermanos Lumií¨re, al mismo tiempo que unas oscuras maquinaciones, donde unos paraguas y tres perversas secuestradoras sumen en el olvido el animatógrafo. Este invento es obra del circense Edwin Rousby y de su mujer Maud y puede ser capaz de ensombrecer al cine.  

Pero volvamos a Elio. La vida de nuestro protagonista cambia por completo cuando los señores Práxedes y Jocunda Boj, un matrimonio de oftalmólogos amantes de los artilugios ópticos -como el taumatropo, la linterna mágica o el kinetoscopio- deciden adoptarlo. 
Muy cerca de la casa de los nuevos padres de Elio se encuentra un circo que acoge personalidades tan entrañables como de naturaleza mágica y con los que Elio entabla amistad en secreto, dada la manifiesta enemistad entre estos y los Boj.

Esta historia con un inicio al estilo de Charles Dickens y con la promesa que la magia es la mejor amiga de la ciencia nos brinda una lectura excelente acompañada por magní­ficas ilustraciones a todo color que juegan con el texto en el intercambio de información. Al final del texto, un epí­logo: Fotografí­as animadas, sobre la historia del cine, donde encontramos una crónica detallada del nacimiento del séptimo arte, con datos sobre el animatógrafo. Un estupendo final donde se difuminan los lí­mites entre historia y ficción, realidad y leyenda y, sobre todo, constancia y sueño.

Un nuevo libro, el cuarto, del estupendo tándem formado por el escritor Diego Arboleda y el ilustrador Raúl Sagospe que combinan el misterio de Papeles arrugados con el homenaje de Prohibido leer a Lewis Carroll y la ciencia de Los descazadores de especies perdidas. En este caso, el humor es el recurso más destacado.

Àngels S. Amorós